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“El verdadero éxito es levantarse después de la adversidad para seguir buscando la meta sin rendirse nunca”

FISIOTERAPIA EN ESPAÑA:

“Mirar hacia dentro para seguir progresando”

Fernando Quintanilla Sánchez-Manjavacas

Fisioterapeuta JCCM y Sescam

Experto Universitario en Fisioterapia Deportiva

Especialista Universitario en Terapia Manual e Hidroterapia

@_FQuintanilla

En España, la formación en fisioterapia surge en el año 1958, como una especialidad dentro de los estudios de Ayudante Técnico Sanitario (actual Diplomatura Universitaria en Enfermería); hasta el año 1980 fue aprobada como titulación universitaria independiente mediante Real Decreto. Pero aún hubo que esperar hasta 1987 tras la ley de Reforma Universitaria, para que las escuelas universitarias pudiesen elaborar por fin sus planes de estudios independientes, y apareciese la Diplomatura Universitaria en Fisioterapia. 

 

Por todo ello, podemos decir que los fisioterapeutas españoles somos un colectivo muy joven (apenas hace 28 años que “existimos” como titulación universitaria independiente) y aunque podemos estar satisfechos de los logros y el desarrollo que hemos alcanzado, también es cierto que nos queda mucho camino por recorrer. No quiero decir con esto que seamos todavía un colectivo demasiado inexperto, lo que quiero decir con esta expresión es que tenemos mucho margen para mejorar y seguir creciendo. 

 

Hemos conseguido demostrar la importancia capital de la fisioterapia en numerosos campos de actuación: en el ámbito sanitario estamos presentes tanto a nivel de atención especializada (hospitales) como en atención primaria (centros de salud); también estamos presentes en el ámbito educativo, tanto en colegios de educación especial como en centros de integración y programas itinerantes de fisioterapia educativa; en geriatría también estamos presentes en residencias de mayores y centros de día; en neurología estamos presentes en todo tipo de asociaciones y centros especializados; en pediatría también somos parte fundamental de los equipos de valoración y de los centros de Atención Temprana; en el ámbito deportivo cada vez son más los fisioterapeutas que trabajan tanto con deportistas profesionales de primer nivel, como amateurs. Un colectivo muy numeroso de fisioterapeutas españoles se dedica al ejercicio libre de la profesión como trabajadores autónomos en sus propias clínicas, y tampoco podemos olvidar a los fisioterapeutas que se dedican a la docencia y la investigación. 

 

 

Como he dicho anteriormente, tenemos mucho margen para seguir creciendo como colectivo. Pero desde mi punto de vista, antes de afrontar los “problemas externos” que pueden limitar nuestro crecimiento (que no son pocos), tenemos que conseguir mucha más unión dentro de nuestro propio colectivo. Tenemos que aprender de colectivos sanitarios como los médicos, farmacéuticos o enfermeros que, si bien es cierto son colectivos mucho más numerosos, también tienen mucha más solidez y cohesión interna. Aunque nuestro recorrido histórico es mucho menor, creo que ya es tiempo de dar un paso al frente y tomar cartas en el asunto.  Es tiempo de que todos los colectivos que nos representan “remen en la misma dirección”; colegios profesionales, consejo general de colegios, asociación española de fisioterapeutas, sindicatos y otros colectivos deben ponerse de acuerdo y dejar conflictos a un lado para defender nuestros intereses. También es tiempo de unificar criterios y tener por fin un convenio único y digno; no podemos permitir que fisioterapeutas contraten a otros compañeros igualmente fisioterapeutas a cambio de un salario vergonzoso, o como “falsos autónomos”, y además les exigen formación de postgrado de todo tipo. También es tiempo para dejar de competir entre nosotros para conseguir pacientes a cualquier precio (nunca mejor dicho), pasando por encima de los compañeros, como si estuviésemos en la selva. 

 

 

Todo esto depende sólo y exclusivamente de nosotros los fisioterapeutas españoles y de nadie más. Una vez solucionemos estos problemas (o al menos parte de ellos), y hayamos logrado un sentimiento colectivo mucho más fuerte, podremos “mirar hacia afuera” y afrontar otros problemas que también nos limitan. Entonces, tendremos fuerza suficiente para luchar con muchas más garantías contra el intrusismo profesional que sufrimos (el gran caballo de batalla de la fisioterapia española y que aún las autoridades siguen sin resolver). Podremos pedir mucha más presencia a nivel hospitalario en unidades de hospitalización para salir, por fin, de la sala de fisioterapia y demostrar también en España los beneficios de la fisioterapia respiratoria. Está demostrado que nuestra intervención disminuye el tiempo de hospitalización, el gasto en fármacos y las complicaciones y recidivas. Así mismo, podremos resolver los conflictos de competencias que tenemos con los médicos rehabilitadores, tanto en el ámbito asistencial como docente, ya que varias escuelas universitarias de fisioterapia aún están dirigidas por este colectivo y no por fisioterapeutas. Podremos tener opción de recibir formación de postgrado sin que nos cueste tanto tiempo libre ni tanto esfuerzo económico (somos el colectivo sanitario que más dinero gasta en formación de postgrado y que menos días libres de formación recibe en sus empresas con lo que tenemos que costearnos nuestra formación en fines de semana y días de fiesta). Podremos luchar por tener al fin el tan deseado acceso a especialidades (lo cual sería un paso gigante en nuestra evolución). Podremos luchar contra un sistema en el cual existe un gran desequilibrio entre el número de fisioterapeutas que se gradúan cada año en las universidades, y el número de fisioterapeutas que en verdad requiere el mercado laboral: cada vez son muchos más los fisioterapeutas que tras recibir una formación de alto nivel en España, tienen que marcharse a otro país a desarrollar su carrera profesional. Podremos luchar contra los precios irrisorios que pagan las mutuas y compañías de seguros a las clínicas que tratan a sus asegurados ya que es imposible dar un tratamiento de calidad a esos precios. Y, podremos luchar para que sea mucho más asequible y amplio el acceso a la investigación en fisioterapia de tal manera que esta sea una opción real y dedicación exclusiva. 

 

Como se ha indicado, hay muchas barreras que podemos derribar y muchos campos en los que podemos seguir adquiriendo peso, pero primero es totalmente necesario “mirar hacia dentro”, para lograr esa unión y cohesión interna que nos haga fuertes como grupo para afrontar aquellas con éxito.  

 

 

BIBLIOGRAFÍA 

 

Raposo Vidal I, Fernández Cervantes R, Martínez Rodríguez A, Sáez Gómez JM, Chouza Insua M, Barcia Seone M.  La fisioterapia en España durante los siglos XIX y XX hasta la integración en las escuelas universitarias de Fisioterapia. Fisioterapia 2001; 23(4): 206-217

 

Historia de la Asociación Española de Fisioterapeutas www.aefi.net  

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